martes, 28 de junio de 2011

Menta , lima y aceite de oliva


Camino al trabajo me encontré con una mujer que quizás conocía pero no recordaba, me sonrió y le sonreí pensé que el asusto acabaría allí pero no porque se me acercó y sentí un aroma extraño como a menta, como a lima, como a aceite de oliva; no era un mal olor pero no era un perfume común, se sentó a mi lado en el ómnibus y empezó a hablarme con familiaridad como si nos viéramos a diario, como si nuestra historia fuera una, como si hubiéramos desayunado juntas.
Me contó que había pagado ya las cuentas y que estaba contenta por algún vuelto que le había quedado en el bolsillo, sacó las monedas y me lo enseñó como quién enseña un diamante del tamaño de un puño, con cautela, con orgullo, con dicha en los ojos. Hasta ese momento yo no atiné a reaccionar únicamente asentí con la cabeza y sonreí un poco, tragué saliva porque las situaciones como esta me ponen nerviosa, por instinto quizás agarré más fuerte mi cartera sobre mis piernas, con firmeza y eso me dio seguridad. La mujer guardó sus monedas y empezó a buscar en su bolso del que sacó una bolsa de plástico, abrió la bolsa y el ómnibus se impregnó con olor a  tamal verde, ella me sonrió de nuevo, mirándome fijamente a los ojos como quién hace un regalo que sabe que va a gustar,  cogió una de mis manos y colocó en ella el tamal.  “Sólo me queda uno así que apura en comer antes que se enfríe”  Y me miraba y miraba el tamal y me volvía a mirar, quería que lo comiera en ese instante, allí en el ómnibus donde las cara se había tornado a mirarnos, algunos con antojo, otros con malestar ya que el aroma era rico y fuerte ¿A quién le gusta llegar a trabajar oliendo a frito?
Me obligué a reaccionar. “No, no gracias yo ya desayuné lo siento pero…“  Mientras decía estas palabras le regresaba el tamal con firmeza, no se me ocurrió otra forma de hacerlo.  El rostro de la mujer empezó a grisearse, su sonrisa desapareció y una tristeza invadió sus ojos que se nublaron, se hizo más chiquita en el asiento, se encogió, sentí que envejecía mil años ante mis ojos, cogió una de sus manos dentro de la otra y ambas subieron a su boca donde las apoyó, se quedó allí encogida en silencio por un momento, luego me miró:  “Lo siento me he confundido…tú no eres…” y no habló más,  en esa esquina pidió bajar del ómnibus y se fue de mi lado. Me quedé con el aroma del tamal en la mano y en el corazón una angustia, una culpa ¿Qué me hubiera costado comérmelo con lo que me encanta el tamal verde? Sentí que yo misma sufría la transformación que había visto a mi lado minutos antes, me encogí, palidecí, mi sonrisa se fue, junté una mano dentro de la otra y ambas subieron a mi boca apoyé en ellas mis labios cerrados y firmes.  Me entristecí.  

9 comentarios:

Papacangrejo dijo...

Yo tampoco me lo habría comido, ahora, puede que me lo hubiera llevado, jeje, aunque no se que es. De todas maneras la pobre mujer te confundió, si te lo comes y encima se da cuenta de que no eres quien creía, encima le habría dado rabia, supongo.

No dijo...

Vaya Patito...
Oye y ¿qué es el Tamal exactamente? (perdón mi ignorancia..)
Besi ;)

pseudosocióloga dijo...

No se como habria reaccionado yo, depende del dia.
Tristisima historia.

No dijo...

Patito, vuelvo a leer el post, y cada vez me gusta más, está muuyy bien escrito. Besiss

Patito dijo...

Amigos: El Tamal es a base de harina de choclo (maíz, elote)se prepara una masa y se rellena con cerdo o con pollo según y aceituna, ají amarillo, huevo duro... Es muy rico y cada pueblo lo hace a su manera de tal forma que en el centro el tamal es rojo, en el norte es verde y aquí en el Sur del país es amarillo o blanco. GRACIAS POR COMENTAR. :D

Alfredo Agüero O. dijo...

Termine de leerlo y me encogí, palidecí y la sonrisa se me fue... por un momento, y luego dije: "¡Que bien que escribes!" y sonreí nuevamente.

alvaron dijo...

Patito: que dilemas los que nos pone la vida, no? El tamal parecía rico pero nuestros filtros de comportamiento nos impiden aceptarlo y peor aún no nos dan un aviso acerca de lo que la otra persona puede sentir por decirle "no gracias" Linda historia llena de significados. Gracias por compartirla!

Patito dijo...

Gracias Alfredo.:D
Alvarón: Voy a buscar una buena receta de tamal verde para subirla y será para tí. :D

alvaron dijo...

Estimada Petito, me encantará hacerlo, en esa labor me acompañará Rosa, tu maravillosa compatriota de Puno, que está con nosotros desde hace 15 años y que es mi asistente en todas las labores culinarias! Rosa es un gran valor!!!!