viernes, 11 de marzo de 2011

Danzante de tijeras


El baile de tijeras siempre ha llamado mi atención, no se parece a ninguno de los bailes del Perú que son muchísimos y que según la región tienen cosas en común pero este no es el caso del baile de los “Supaypa Wawan” (Hijos del diablo).

José Maria Arguedas (Uno de mis escritores favoritos) generalizó la apelación “danzante de tijeras” debido a que en la mano derecha el bailarín lleva dos láminas de acero que hace vibrar y sonar entre sí a modo de castañuelas, estas láminas de acero no están articuladas entre sí pero llevan unos agujeros para poder meter los dedos es por esto que se les llama tijeras.

Investigue un poco al respecto y como muchos otros bailes tiene una connotación mágico religiosa pero como ningún otro baile andino es una muestra de gimnasia, porque sus variados pasos y figuras exigen cualidades físicas extraordinarias. Es acrobática ya que el danzante debe hacer cosas inigualadas. Es faquirismo porque es frecuente que se camine sobre el filo de cuchillos o vidrios rotos, que se traspase con ganchos o agujas los labios, los lóbulos de las orejas, el tabique nasal para levantar un arpa u otra cosa, o poder tirar hacia atrás, por sobre la cabeza, barretas de acero de distintos tamaños sosteniéndolas con los dientes, además son comunes sus juegos de magia.


Estás manifestaciones extremas mezcladas con la música interpretada por arpas (En la actualidad el violín es compañero indispensable) han fundamentado un mito alrededor de esta manifestación cultural que ha sido declarada “Patrimonio Inmaterial de la Humanidad”.

Dicho mito señala a los danzantes como espíritus con pactos con seres sobrenaturales, de allí su denominación “Supaypa Wawan”


Estos bailarines se preparan desde la niñez en absoluta entrega a su arte. Sin duda que su vigencia se relaciona con los conceptos religiosos indígenas antiguos. Uno de los ritos de esta danza es el Wallpa Waqay (canto de la ave sagrada) Se danza al ocaso, representando la muerte del día y la llegada de la noche momento en que el espíritu del ave viaja por los cielos, este baile se hace con tal concentración y entrega que no es raro que el danzante caiga en trance.

No soy admiradora de los faquires, ni por asomo, pero reconozco en la Danza de las Tijeras  la  disciplina, el arte, la entrega que es digna de admirar. 





jueves, 10 de marzo de 2011

Antagónicos monstruos

Son sólo  historias, no siempre buenas, no siempre santas.

Las puntas de mis lápices ya están afiladas, las hojas en blanco esperan por mí, el cabello de mi cara retirado y mis muy cepillados dientes me hacen sentir que si me siento ante la masa será para escribir.

Aunque mis dedos de sutileza no estén para esgrimir tengo que andar el camino que después intentaré repasar con la memoria y en silencio hacerlo texto, hacerlo hablar.

La silla esta ansiosa y los lentes también, se siente en el aire las ansias del ser pero la musa no llega ni el amanecer todo esta oscuro, quiere desvanecer.

La voluntad obliga al pecho a cumplir el deber, dos viejos amigos
con un verdadero querer: la necesidad de hacer de mí un algo, junto a la tendencia oscura de borrar mi rastro. Antagónicos monstruos en lucha continua ¡No vez que voy ganando, deja ya la porfía!

Estoy en tres reglones y mi mente está nublada es hora de hacer la cama, el café y la ensalada no hay tiempo de guerrillas, no escribí nada pero estoy cansada. 



miércoles, 9 de marzo de 2011

De dos


Es la nostalgia de una vida ajena como una metáfora mal contada
 o mal escrita que ya da igual.
Es el silencio que sabe a hueco no hay palabras esta todo mal.
Si el ayer era de winners  y el hoy a penas consigues mirar de reojo un día de más.
Si te dije te amo en mal momento o fue un mal día para un gran final.
Si desperté después de no haber dormido nada, lavé mi cara y me fui a acostar.
Si apreté mi mano porque la quería sujeta y no estaba ella, ni él, ni aquella.
Si escribiendo esto caigo en el acierto de dejar de hacerlo…

A veces el silencio que no espanta a la calma es buen amigo para reflexionar.

Pero si vez que el tiempo se te va como el viento que despeina tu ensueño entonces sal corriendo busca a alguien con quién hablar. 

  
"La amistad disminuye el dolor y la tristeza"  Santo Thomás de Aquino.

domingo, 6 de marzo de 2011

Status Quo

Hoy nos acompañó un sol cuasi infernal con una radiación de 14, en un seco clima de desierto pero eso no me importa porque ESTOY FELIZ.
Mi hija de 10 años me ha pasado y me da un poco de yuyo (Hasta donde crecerá y como la voy a reprender ahora mirando para arriba) pero no importa porque ESTOY FELIZ.
Saqué mis cuentas luego de útiles, uniformes, matrículas, pensiones, y demás cositas para el principio del año escolar y estoy casi en rojo pero eso no importa porque ESTOY FELIZ.
La mano izquierda me duele después de hacer mi primera rutina de pesas (yo que estaba tan entusiasmada y me lesioné a la primera) pero eso no importa porque ESTOY FELIZ.
¿La felicidad porque sí es algo anormal? ¿Siempre tiene que haber un motivo de por medio o una droga alucinógena o delirante, o una buena comida, sexo y dormida como un animal sano?
Hoy no me importa la filosofía, ni el razonamiento exacerbado porque ESTOY FELIZ.
El problema, claro, es que no soy feliz solo estoy la diferencia es que el “estoy” es algo que pasa como los días, como la digestión, como el tren, pasa. El “soy” en cambio es algo inherente, algo que haces tuyo y no se va pero hoy eso no importa porque ESTOY FELIZ.

Pd. Las banderas a continuación son un homenaje a las personas que leen este blog. ¡GRACIAS!



   







miércoles, 2 de marzo de 2011

Bicolor

La filosa cuchilla abrió la piel de su brazo como si cortara un queso.
Bicolor nacional.
Roja la sangre aislada salió jubilosa pidiendo libertad, blanca la piel dolorida contuvo un grito, no sabe gritar.
Besó el corte, se embriagó con el olor y el sabor de la sangre que en desesperación chorreante toca el piso manchando todo.
Un momento de éxtasis contemplando el acto vacío de fundamento quizás para subrayar algo que ya se tenía por dicho pero que nadie escuchó.
¡AUXILIO! Grita el hecho pero la boca calla en demasía.
La inundación  no se detienen y una pregunta fluye de pronto en lúcido razonar.
-¿Quiero morir?-

Aprieta la herida desangrada con la funda de la almohada, desenrolla una cinta adhesiva y envuelve seguidas veces alrededor de la tela que va perdiendo su color para adoptar el de la sangre.
La mano buena busca el celular y marca el número 1 + "llamar".
Una voz contesta pero la debilidad de un cuerpo desangrado le impide articular palabra; un vahído, una oración.
Nadie sabe donde está, nadie la va a encontrar.

Dos vueltas más de cinta apretando la herida y pregunta:
-¿Quiero vivir?-
Sus huesos aprietan un recuerdo, un añejo dolor y se desploman.
Un par de minutos huyen de la habitación y otra vez se cuestiona:
-¿Quiero morir?-

Se para de un salto de la cama, cruza la puerta de la habitación de aquel hotel, se apresura hacia la recepción desmoronándose ante la cara incrédula del portero.

-"¿Quiero morir?" "¿Quiero vivir?"-

Siguen luchando en su interior preguntas viejas mientras su mirada se pierde en la ventana del taxi que la conduce al hospital.