lunes, 29 de agosto de 2011

18 años antes y un ahora

¿Cómo vas a presentarte ante mí así? Con esos pelos desorganizados y largos. Me miras como si fuera un espejismo, me abrazas en plena calle, siento en tu abrazo sabor a ayer y me gusta tanto como me llena de temor. No es bueno oler tan cerca el pasado que deseó ser presente y no pudo.
Flaco irreverente no has cambiado nada, salvo esas marcas de expresión que no pueden esconder los años.
Aun fumas me dices.
Aun viajas, me cuentas, aun tratas de escribir esa novela con la vida de tu abuela que fue tu madre hasta que la edad se la llevo y te hizo huérfano.

Aun imitas a Cool McCool, aún me haces reír. Aún pintas, aun sueñas, y vagas.

Me vuelves a abrazar y pasas tus dedos por mi rostro, aquí te digo que seguro me quieres deslumbrar. Te conozco, sé de ti o al menos lo que tú eras hace 18 años cuando te ame.

Me sugieres un almuerzo y no puedo, me esperan en el colegio mis tres hijos.
Quedas frío, te das cuenta que has sido tú el que ha hablado y no sabes nada de mi.
Es que no quiero saber,  me comentas. Es que quiero que seas la que eras cuando me fui.
Tu mirada se torna triste, tomas mi mano y tu pregunta me despierta de un éxtasis antiguo e infiel.
¿Aún sigues con él?
Aclaro mi garganta para poder responder, veo la hora en mi móvil, te señalo la dirección hasta la cochera, caminamos, hablamos, me cuentas que tienes una hija de tres años que vive con su madre, la relación no funcionó pero ahora son amigos y quieres mucho a tu hija me enseñas su foto. Te alcanzo mi móvil con las fotos de mis hijos y sonríes,  la pequeña se parece mucho a ti seguro pronto le saldrán tus pecas. Reímos. En silencio terminamos la cuadra. Pago la cochera, esperas sonriendo y mirándome. Nos despedimos con un beso en la mejilla no me pides mi número, no te pido tu número, Trato de verte por última vez por el espejo retrovisor pero no estas. Tal vez en 18 años nos volvamos a encontrar. 

viernes, 26 de agosto de 2011

...Itis:


En casa siempre es así, desde que nació Ale, ella se enferma y caemos todos cual racimos de uvas en vendimia.
Cuando cumplió tres años nos sorprendía lo rápido que se le pegaban las enfermedades respiratorias por lo que decidimos tomar medidas pero poco pudimos hacer ya que descubrimos su alergia y que cualquier resfrío que a un simple mortal se le pasa en cuatro días ella lo vuelve infección y allí vienen las itis. El asunto es que a medida que pasan los años esto va para mejor, ya no se enferma cada mes como antes pero cuando cae, cae fuerte y nos arrastra a todos porque nos contagia, es inevitable.

Al principio usaba tapabocas como si se tratase de la H1N1 pero como me contagiaba igual pues ya que.
Mi Ale cuando se enferma se pone muy engreída, quiere que la abrace todo el tiempo y me besa mucho más, ya le expliqué que por eso es que me contagia pero es terca y fuerte con eso que ya me pasó imagínense.

La culpable fue la noche que salimos a los juegos mecánicos, estuvimos hasta muy tarde en la calle y a pesar de que estábamos abrigados, había mucha gente y tuvo que pescar algo. Ese algo se convirtió con el paso de los días en Amigdalitis, Rinitis y Otitis. Las Itis.

El lunes fuimos al pediatra, luego a comprar las pastillas que se las recetan cada vez más fuertes y luego a la cama, estamos viernes y ya caímos mi hijo y yo. La Pequeña está con síntomas por lo que es la próxima, una pena. NN como es el que pasa menos tiempo con nosotros es siempre el ultimo en caer y a veces hasta se salva. Ale no ha mejorado mucho por lo que debemos regresar al pediatra lo que me preocupa son sus oídos, lo de la otitis no es un juego verdad.

Por el momento mi nariz es un rocoto llorón, la cabeza me duele, la garganta me quema, tengo frío y calor al mismo tiempo y debo sacar cita con el doctor o auto medicarme  porque ya no soporto esto de las itis. Además cuando me siento así, por más que me esfuerzo, soy una pésima enfermera. 


lunes, 22 de agosto de 2011

Premios


Hace unas semanas recibí un premio que no pude colgar en parte porque - Lo confieso con vergüenza -  No sé hacer enlaces. Luego quise regresar a la entrada donde me premiaban y la habían borrado. 

Hoy me encuentro con que me han dado tres (¡Guau!) premios lindos pero esta vez no los voy a dejar en el aire porque además me hacen ilusión así que aquí están. Taránnn.



Este segundo premio viene con preguntas: 


1. Di un adjetivo que te defina: Linda
2. Un animal que comience con una de las letras de ese adjetivo: Loro
3. El color que más te guste que pueda tener ese animal: amarillo.
4. Una comida que te agrade que tenga también ese color: Ají de gallina, Causa de Pollo
5. ¡Dale el premio a 5 Sweets Blogs!: (Aquí está el detalle porque no se enlazar) 


El tercer premio también viene con pregunta: 

Contar tu mayor sueño: Que mi mamá recupere la salud y sea feliz. 

El blog que me premio es el de MAYTE ESTEBAN http://elespejodelaentrada.blogspot.  Gracias Mayte, son premios muy bellos. 

Los blogs a los que yo les paso estos tres premios y sus preguntas son:


http://pseudosociologa.blogspot.com de pseudosociologa
http://historiasdenaufragos.blogspot.com de NO
http://mesalandia.blogspot.com de Alvarón
http://papacangrejo.blogspot.com de papacangrejo
http://editorialam.blogspot.com de AM Editorial
http://speedygirllaprimalejanadelosincrebles.blogspot.com de Speedygirl.

Tienen que hacer una entrada con los premios respondiendo las preguntas y darlos a seis blogs que ustedes escojan enlazando sus nombres. Gracias!

viernes, 19 de agosto de 2011

Vértigo


El lunes tocó feriado por el aniversario de AQP. Y después de pasar todo el día en un letargo de muerte decidimos ir a los juegos mecánicos entrada la noche.
Como el carro está en el taller y los juegos mecánicos no quedan cerca fue difícil llegar, sobre todo porque como todos los 15 de agosto muchas calles del centro están cerradas por el desfile de danzas y carros alegóricos. Por fin llegamos a destino y tuvimos un primer impase que nos obligó a pensar en una segunda opción.

NN: Vamos al cine
Niños: Noooooooo!
Yo: Ya estamos aquí, veamos que hay al menos.

El impase era la cantidad de gente haciendo colas para subir a los juegos pero una vez adentro nos dimos cuenta que la cosa no estaba tan terrible y que podíamos lograrlo, el asunto ahora era elegir en que fila nos formábamos.

NN: Amor subámonos al Zipper y a la “licuadora de órganos vitales”, al martillo humano y al…
Yo: Nooooo. Ni muerta, la ultima vez que me convenciste a subir al barco vikingo terminé muy mal (Es que yo de trompo no tengo madera) y cuando me convenciste para subir al Samba me dolieron las ultimas cinco vertebras por días y creo que me lesioné un riñón.
NN. Amor Dios hizo a Adán y Eva para que estuvieran juntos en las buenas y en las malas. Eso prometiste ante en altar. En la riqueza, en la pobreza, en el vértigo y el samaqueo… Como voy a subir sólo no tiene gracia.
Ale: Yo subo contigo papá.
NN: Pero eres muy pequeña para esos juegos hija.
Ale: Cómo muy pequeña si ya soy más alta que mi mamá. Además falta un mes para que cumpla 11. Ya pueeee!!! Tengo que subir contigo o quieres que me suba a las tacitas y al carrusel con la Pequeña.

Y así fue como Ale convenció a su papá y a mí (que de paso me libraba). Cuando llegamos a la cola de la “licuadora de órganos vitales” NN. Aún insistía para que los acompañase pero había un letrero que ponía: “Inadecuado para hipertensos o con problemas de circulación… 

Yo: Mira, lee, vez que no me puedo subir.
NN: Ni tú ni las abuelitas, ni modo voy a subir con mi hija y tú vas con la pequeña a las tacitas.

Ahora se burlaban de mí, conozco esa estrategia es la de “Tu no puedes, yo si puedo, lero lero” hasta que te picas y les demuestras que si puedes. En este caso yo no quería demostrar nada. Me compré un algodón de azúcar y una bolsita de churros y comí a mi antojo mientras avanzaba la cola porque eso sí, no me quería perder el ver sus caras y oír sus gritos una vez adentro del juego.
Y así fue. Cuando les aseguraron los hombros y les pusieron el cinturón de seguridad, sentí un poquitín de nervios y apreté la mano de mi hijo que se contagió de mi emoción y dijo : ¡Ahora buena, a lo que se mete mi hermana, yo no sé, yo no sé mamá!

Luego nos quedamos callados y el juego empezó. Un balanceo como de columpio dio inicio, cuando las canastas estaban arriba empezaron a girar sobre su eje y los gritos de los allí amarrados se escuchaban mezclados con los míos que desde a fuera me solidarizaba con su dolor. El juego sólo dura un para de minutos pero es suficiente. La cara de NN era para morirse de la risa y de hecho me reí a carcajadas ante los ojos muy abiertos de mis pequeños que se divertía tanto como yo. Al bajarse daban pasos lentos, con una sonrisa tonta en la cara y cogiéndose el uno al otro, fui por mi hija y noté sus ojos húmedos. Estuve por decirle: “Vez te dije”  pero ella reaccionó primero, me
abrazó mientras decía: “Otra vez papá, subamos otra vez”.
Adoro a mi Ale. 


Pd. Las fotos son de Google

martes, 16 de agosto de 2011

Pasos cortos

Pasos cortos por “Mercaderes” peatonal de hoy, veo la entrada de "El Patio del Ekeko" y recuerdo aquella tarde donde tu mano cogió la mía y casi volando entre nubes y corazones llegamos a la esquina. Yo buscaba un libro en el puesto de periódicos  para entretener mis noches de insomnio y tú parado allí entre “el Trome” y “el Chino” mirando lo que no se debe mirar y fingiendo pudor ante mis ojos curiosos. Te sonreí y me propusiste comer queso helado, yo quería de tu boca pero decidí aceptar tu propuesta y nos fuimos a prisa por el postre tomados de la mano.


Pasos cortos por la plaza de armas bajo la sombra del Portal, veo a lo lejos la entrada del ex -cine y recuerdo tus labios que besé sin pausa en aquellas gradas, dejando volar nuestra risa por la plaza entera, viendo con regocijo propio del alma enamorada, al mendigo, a las palomas, al viejo fotógrafo de plaza, a la vendedora de alpiste y al lustra botas. Añorando el dulce de los alfajores que venden en la esquina y añorando los besos ya dados, otra vez robados de la boca que se ríe y que dice te amo.

Pasos cortos por “San Francisco” (La calle) veo los locales donde la cerveza y las copas fueron servidas a las parejas que nos acompañaban en la mesa, veo tus ojos apasionados discutiendo vehemente alguna teoría, alguna hazaña, me mirabas para que apoyará tu discurso y yo entraba en tu juego de blancos y negros, de extremos. Crédula y decidida a estar de tu lado siempre... 

...Dejaste tus más firmes propósitos, mudaron tus más tenaces afirmaciones, cambiaste tu voz, te creció la barba. Dices que has cambiado, que ya no eres un niño, que ahora ves las cosas mejor y me dejas. ¿Será que yo no he crecido? ¿Será que sigo siendo la que era? Contrapunto y el adiós.

Te encuentro en el recuerdo y el caminar de mis pasos cortos pero hace mucho que corrí de ti y vivo y soy feliz.


domingo, 14 de agosto de 2011

Lonccos y Calas


Lonccos los del campo, los de habla cantada y versada, sombrero de paja y ala ancha, camisa blanca cual chalán. Sobre el caballo un héroe, un mito, un ser que admirar, un caballero curtido por el sol eterno de estas tierras.
Hecho a fuego de rocoto, chicha de jora, picante de conejo, cuy chactao, leche de vaca purita, recién ordeñada. Hecho en campiña verdecita, de buena gente, rojas cebollas, grandes ajos y el Texao; la papa oriunda de estas tierras para el pastel. El queso con leche nuestra, con manos nuestras para el soltero para el cauche.

Hecho de pelea de toros, grandes bestias amadas por sus dueños, entrenadas para la lucha sin cuartel. Bestia contra bestia entrelazan sus fuertes cachos una y otra vez. Muestran en su arte la fuerza de su sangre, de sus dueños, de su tierra.

Calas los de la ciudad blanca. Fuego en su sangre, promotores de revueltas, leones del sur, intelectuales, hombres cultos, honor en sus nombres, linaje de antaño, recuerdos de héroes, de lucha, de busca de paz con pan, poetas.
Hechos como el sillar de sus volcanes a fuego. Hechos como la blancura de sus templos fuertes puros, prestos a aprender a defender lo que es suyo.

Lonccos y Calas orgullosos de sus pasos, de su verbo, diferencian sus latidos por el canto de sus voces arrulladas por su río, comparten un mismo sueño, un mismo amor, una misma cuna, un mismo orgullo.



FELIZ ANIVERSARIO TIERRA QUE ME VIO NACER Y ME ENSEÑÓ A SER LO QUE SOY. 


martes, 9 de agosto de 2011

La Patota II

Quien puede jactarse de haber tenido de niña su propio helipuerto.  YO y la Patota.
El centro de reunión (Casa de lentejita) era frente al hospital más grande de la ciudad con grandes jardines en el frente, piletas de agua, árboles que eran la delicia para escalar, escaleras de incendios que nos llevaban a los techos donde éramos dueños y señores, ayudaba la inconsciencia de ser niño, la inmensurable imaginación, la atracción a lo prohibido, las ansias de aventura, las ganas de jugar y el número. No haces lo mismo solo que en mancha.
En la parte de atrás del hospital un huerto, una gruta con la virgencita, una cancha de futbol, el pabellón psiquiátrico. Claro está todos estos ambientes de la espalda del hospital eran sólo para personal autorizado pero también era nuestro territorio.
Justo al frente de la casa de mi tía se encontraba el helipuerto del hospital por lo que si un helicóptero iba a descender éramos los primeros en enterarnos por lo que cruzábamos la pista a la carrera, nos metíamos al hospital y nos acercábamos al helicóptero lo más que podíamos, era un reto a ver quien se acercaba más mientras en aire y el ruido jugaban en contra lanzándonos una bocanada de viento helado que nos sacudía y nos llenaba de polvo. Tapábamos nuestros ojos y seguíamos adelante en pie de guerra.
Era emocionante ver llegar al helicóptero que sólo se quedaba unos minutos, bajaban una camilla, cargaban medicinas y volvía a partir. En ese tiempo los pueblos aledaños no tenían hospital por lo que el helicóptero traía enfermos graves, hoy en día el helipuerto ha sido sustituido por una playa de estacionamiento, hace más de 20 años de aquello pero el recuerdo sigue allí rondando mis venas de niña.
Los techos del hospital eran un deleite, principalmente porque nadie sabía que un grupo de niños estaba allí. A veces algún guardia nos divisaba y nos reñía era entonces el correr la mejor solución porque no nos atrapaban salvo una vez que estábamos en el techo de uno de los edificios que contaba con ascensor y de pronto casi de la nada aparece un vigilante con cara de malo, soltamos el grito al unísono y nos dirigimos a toda prisa al ascensor gritando despavoridos con el vigilante pisándonos los talones. El ascensor se abrió y entramos todos pero vimos a los lejos a ClondeLuisMiguel correr desesperado con el vigilante casi encima en ese momento la puerta del ascensor se cerró y los perdimos de vista. La bajada de esos 4 pisos fue infernal el silencio, el miedo, el tragar saliva primero uno luego el otro y así como un concierto acompasado.
¿Qué hacemos?  Y lo que es peor ¿Qué será de clondeLuisMiguel?
Llegamos al primer piso y esperamos frente a la puerta del ascensor a que bajaran. El ascensor se abrió y allí estaba un rojo niño y un vigilante orgulloso cual cazador con la cabeza de su presa.
-          ¡¡¡Corre ClondeLuisMiguel Corre!!!
Y salimos todos cual flecha para el asombro de los pacientes, doctores y enfermeras.
Claro está que nosotros jamás entrabamos a lugares con gente salvo ocasiones de emergencia como la anteriormente contada, nuestro territorio eran los jardines, los techos, y la parte de atrás del hospital. A un techo llegábamos gracias a una torre de agua ubicada a lado del edificio principal, tenía una escalera de incendios por donde subíamos y cuando estábamos a la altura del techo del edificio saltábamos, no era mucha la distancia por lo que hasta Eltravieso podía saltar siendo el más pequeño.    
Ahora que recuerdo todo aquello me sonrojo, muevo la cabeza negándolo y sonrío.  Es porque no pueden verme que puedo contarlo. Éramos invasores pero teníamos buenas costumbres una vez recuerdo claramente encontramos en el huerto unos choclos muy grandes y decidimos arrancarlos y llevárselos a Adita, la mujer que cocinaba en casa de mi tía y nos cuidaba mientras los padres de todos trabajaban. Arrancamos los choclos (mazorcas de maíz) y nos fuimos a casa con el tesoro de los piratas bajo el brazo, camuflados con nuestras sonrisas llegamos, cruzamos la pista y entregamos el botín a una Adita boquiabierta que no nos permitió dejar los choclos en casa “¡¡¡Le están robando a los enfermos!!!” Exclamó.
Fue más difícil devolver los choclos al huerto que sacarlos pero lo hicimos.
Aaaahhhh Patota! Tiempos de travesuras e inconsciencia, ritmo en las sonrisas, complicidad, aventura de niños, caritas ávidas de jugar, de sentir, de soñar, pies vagabundos y árboles que conquistar.
Ahora veo a mis hijos y me pregunto si se están perdiendo de eso que yo viví o será a caso que yo no debí vivirlo y que es así como son mis hijos que deben ser los niños… No lo sé. Sé que el Play Station y los juegos de computadora son sus aventuras mientras nosotros nos bañábamos en las piletas de aquel hospital y regresábamos a casa muertos de hambre, de cansancio, de orgullo por el reto alcanzado, a veces sucios a más no poder, pasábamos a la ducha en turnos y añorábamos el próximo día. 

jueves, 4 de agosto de 2011

Seis Vidas

El martes en la tarde Ramona la gata de mis hijos nos sorprendió con un nuevo truco saltó sobre la lavadora de allí dio un salto muy felino hasta el muro que divide la lavandería del  jardín para luego saltar mortalmente (no si eres gato) hasta la pared que divide nuestra casa del terreno de alado. Con otro pequeño impulso estaba caminando por el techo de la lavandería, de la cocina, circulaba por los muros como si nada y nosotros la llamábamos por el nombre del perro.

Ramona obedece si la llamas Boby, si la llamas por su nombre ni sabe a que te refieres, es como si le estuvieras hablando en alemán pero si dices Boby viene corriendo y viene Boby también claro.
Bueno eso fue el martes, nos dio un gran susto pero todo salió bien.

Ayer fue otra historia. Regresamos del club donde pasamos la mañana. Los hijos de la Patota y los míos jugaron a sus anchas pero no se metieron en líos porque estaba yo cuidándolos. Pequeña diferencia entre la nueva Patota y la antigua; vigilancia adulta.

Como decía, regresamos del club y al meter el carro a la cochera lo primero que escuchamos fue un maullido quejumbroso, apagado, evidentemente era un ¡AUXILIO, AYÚDENME!
Mis pequeños ubicaron en el acto de donde venía el maullido y angustiados a más no poder pidieron mi ayuda. Mi hijo era el más angustiado, su expresión me hizo tragar saliva.
Ramona se había caído desde la pared divisoria al terreno baldío y claro una vez allí ya no podía subir, no había por donde, por lo que lloraba desconsolada pidiendo nuestra ayuda.
Escalera en mano y obligada por las caritas acongojadas de mis peques tararee la canción de mi héroe favorito de la infancia.

Spiderman, Spiderman, does whatever a spider can.
Spins a web, any size, Catches thieves just like flies.
Look out! Here comes the Spiderman.

Lo fácil fue subir a la pared, amulé los saltos de la gata. Lo difícil fue cargar la escalera desde allí y resbalarla por la cara opuesta del muro, luego acomodarla en un ángulo correcto para poder bajar sin perder la vida. La gata que ya me había visto se puso a esperarme junto a la escalera maullando sin fin. Pero al notar que me estaba tardando en bajar decidió subir por la escalera y como bombero deslizándose por el tubo (o vedette, pole dance). Empezó a trepar por uno de los postes de la escalera para mi asombro que me apresuré en bajar para ayudarla cuando llegué a ella, no me lo van a creer, me abrazó, estaba asustada y me abrazó.

Mis hijos respiraron aliviados y ahora aseguran que después de esa caída a Ramona sólo le quedan seis vidas.

martes, 2 de agosto de 2011

¿A qué te lleva el éxito?

Erase una vez una gordita que decidió bajar de peso y se puso a trabajar en ello comiendo menos, realizando una rutina de ejercicios matutinos y pesándose a diario anotando en un cuadernito si veía un leve retroceso en el aguja de la balanza a su favor.
Su esposo que la amaba con locura loca loquísima se enternecía viéndola tan afanosa en el intento de quemar esos kilitos que la habían superado.
Ya llevaba tres meses en el intento viendo con sudor y lágrimas que las cosas salían como se lo había propuesto y su agenda tenía cada vez más números con caritas felices por sus triunfos contra la malévola grasa.
Una mañana después de comprar el pan y la leche para el desayuno se dirigió a la bicicleta estacionaria para sudar un poco, se vio al espejo en el camino y se encontró delgada y firme, se auscultó, se palpó, se sonrió. No era sólo grasa lo que se había quitado de encima, era más mucho más, sentía fuerza en su mirada, sentía ganas de emprender proyectos con la certeza de que iba a poder llegar a fin, había ensalzado su persona, había modificado su concepto, ya no se definía igual, era bella ante sus ojos, era fuerte,  lo podía todo. Sonrió de nuevo y aceleró sus pasos, había que vivir y ella tenía ganas.