¡No siento los pies! ¡No puedo creer que nos pidiera bajar del coche así!. Comenta Maruja a Sebastián.
Falta un poco más, sólo un poco más. La alienta Sebastián mientras coge su cansancio
lo dobla como el pañuelo que guardó ella en el bolso.
Si miras la luna llena, mientras hacemos esta caminata, te olvidas un poco del cansancio y de lo que
pasó esta noche.
No pienses más en él, te dije que era un patán. Si metes las
manos en los bolsillos de la casaca sentirás menos frío.
Y si paramos en ese
local y pedimos un café.
Y si paramos en ese bar y nos tomamos unas copas.
Y si mejor apuramos el
paso que ya es tarde y mañana hay que trabajar.
Y si no vamos más…
Que la corbata te queda bien lo sé, siempre quiero
besarte cuando te veo así pero yo…
…Y si me quedo en casa el día entero y no uso más la corbata.
Y entonces quién pagará
las cuentas, eso de cortar el pelo y hacer las uñas ya sabes no me va.
Y si dejo de trabajar en esa oficina de mierda ¿quién comprará
tus zapatos de taco? Esos que traes ahora y que tanto han costado.
Y si no dices malas
palabras, sería mejor que sólo estamos conversando y ya sabes…
… Que te pones mal, que
no sabes como actuar si me pongo un tanto irritable y decido que siempre sí,
que siempre nos metemos a ese bar y nos tomamos unas copas a ver que hay.
Pero hoy no Sebastián,
estoy cansada.
… Y que me dices a mí que soy el que trabajo en esa oficina con
esos tíos que hablan de mujeres o de futbol y
si no pues no hablan y yo allí
con mi pantalón plisado y mi corbata verde ¿Por qué se le habrá ocurrido al
jefe que la corbata del uniforme debe ser de ese horrible verde?
¡Ay! Otra vez la
cantaleta de la corbata.
O sea que te gusta.
No, es horrible pero
rosada tampoco podía ser.
¿Por qué no? Es un color que está de toda moda, ¿acaso no has pasado por las tiendas de modas?
Esta semana no, esta
semana he estado dormida.
¡Ya empiezas a quejarte! No es un buen día para hacerlo, mira
que ese patán...
¡No me quejo y no
quiero hablar de él! Sólo te cuento los hechos.
Yo también he estado dormido, estaba allí junto a ti, en esa
cama. ¿No te diste cuenta? Me viste usar mi corbata e irme a la calle pero mientras
mis dedos tecleaban el ordenador, mientras mis manos archivaban esos papeles,
mientras mis oídos escuchaban ordenes y mi cuerpo subía y bajaba escaleras, mi
alma entera estaba allí, a tu lado, en esa cama durmiendo toda la semana.
Esto cada vez se está
haciendo más difícil y me da miedo el pensar en que puede acabar.
No temas, ya sabes como me pongo a veces pesado. Mañana después
de una ducha fría, me acomodaré de nuevo la corbata y ese uniforme que con
tanto amor me preparas, calzaré mis zapatos negros bien lustrados y bajaré
corriendo las gradas para tomar a tiempo el bus y tú te quedarás esperándome junto
a la almohada.
Al
llegar a casa Sebastián se quita los zapatos de taco, cuelga el bolso en el
perchero junto a su saco, unta su rostro de crema humectante para
desmaquillarse, retira la peluca rubia de sus cabellos negros y cortos, mira
por el espejo su cuarto, está solo y en el colgador su corbata verde.
14 comentarios:
Pues no me esperaba el final. Lo que era una discursión a cabado siendo monólogo, o no. Me ha gustado.
¿Doble personalidad?
A mi me encantó! aunque me deja mucha intriga
Un transexual...creo?, un relato curioso y....corto jajajajjaa ,)
Me ha gustado.
Besis
¡Qué decirte! ¡Me encantó! Un final que no te esperas, que me obligó a leer de nuevo desde el principio. Lo he compartido, que lo sepas.
Millones de besos.
papacangrejo, Que bueno que te gustó y que el final no lo esperaras :D
Pseudo, Trató de entender lo que pasa en la mente de un hombre que calla, fingiendo ser lo que no es pero que de vez en cuando se entrega a la noche en busca de él mismo... Es un tema delicado.
Alfredo, gracias por visitarme y que bueno que te gustó mi relato, ¿intriga? pues sí, de eso se trataba de intrigarles jaja. Un abrazo.
No: Curioso sí, corto no. Pero tu mejor que nadie sabe que es difícil tratar de contar algo en pocas lineas ¿verdad? jajaja
Un abrazo.
Y yo que soy una curiosa me gustaría saber con quién lo has compartido.
Gracias y un abrazo.
¡Chulísimo! Realmente, veía a esa pareja caminando, mientras hablaban. Y, cunado ha terminado, he pensado: ¿se quita los zapatos, él?
Me ha gustado mucho :) Creo que has conseguido engatusarnos y meternos en la historia de la pareja con facilidad, para luego dar el giro inesperado. Como se dice por estas tierras, ¡olé!
AM Editorial: A tu ¡Olé! le contesto con un ¡Yupi!
¡Gracias! :D
Lo compartí en mi página de Facebook, con un enlace de la entrada de tu blog.
jajajajajjaa si, Patito...yo tengo un problema con la palabra "corto"...jajajjaja
Publicar un comentario