lunes, 16 de mayo de 2011

De mañanita

Mira que luz brillante entra por tu ventana es que ya es de día, hay que correr todas las cortinas, hay que sacar al perro y alimentar al gato, hay que poner el agua a hervir para preparar las leches, hay que poner los sandwich y la fruta en las loncheras, hacer el jugo, poner la mesa, mermelada, jamón, palta…  No te detengas en pensamientos alternos donde eres lo que no eres,  donde pintas con acuarelas.

Sube rápido las gradas, estás contenta se te ve. Peina esos cabellos con dos trencitas que es el peinado que más le gusta a la pequeña, ayuda a tu hijo varón a acomodarse la corbata y reniega una vez más como todas las mañanas por esa maña de los colegios de mandar al niño de ocho años disfrazado de banquero. Corbata atada.

Pásale un pañuelo a tu hija primogénita que por sus 10 años lo hace todo sola pero tiende a olvidar  siempre las mismas cosas, asegúrate que lo lleven todo  y que cepillen bien sus dientes.

¡Mira que lindos son los dos mayores!  Les has enseñado bien, no se van sin tender sus camas, sin acomodar sus piyamas.

Ahora la lucha es contra el tráfico, corre que llegas tarde y ni se te ocurra pasar por la rotonda del Inca que te quedas atrapada,  ve por el camino largo como caperucita pero sin oler las flores  y  llegarás más rápido.

Un beso un abrazo subido a la tercera potencia, quizá una última recomendación de tipo “Te comes toda la lonchera“ o “No salgas al recreo sin sombrero” y ya.

2 comentarios:

pseudosocióloga dijo...

Esa rutina que es la que nos llena la vida.

No dijo...

Ser mamá tiene que ser grande...;)