IGUAL PERO DIFERENTE
Clarita es
la menor de tres hermanas, tiene hoy su primer día de clases. Es un colegio
nuevo por lo que está nerviosa. Entra al último año de nivel inicial. Tiene 5
años y trisomía 21, mejor conocido como síndrome de down.
Esta mañana
ha imitado a sus hermanas alistándose con prisa, se ha dejado peinar viéndose
al espejo, ha escogido su vincha de mariposas y se ha mandado un beso volado al
final.
Sabe que no
es igual a sus hermanas, se lo dice el espejo pero también se sabe bella, se lo
han dicho sus papas, sus hermanas, la abuela y ella ante el espejo lo ha
confirmado.
Antes de
salir de casa ha besado a su muñeca Baby Down y la ha acomodado sobre su cama.
La muñeca es su amiga, se parece a ella.
Clarita
está asustada. Sabe que sus hermanas entrarán con ellas al colegio pero también
sabe que estarán en distintas clases y que no se verán.
“Clarita
no te asustes” le ha dicho Diana, su hermana mayor, que entra a tercer grado de
primaria. Tendrás una Miss muy buena, lo sé porque ya me enseñó, se sabe muchos
cuentos, además harás muchos amiguitos y te divertirás mucho.
Clarita
abraza fuerte a su hermana, la besa y la vuelve a abrazar. Luego escucha las
palabras de su otra hermana que va a primer grado: “Diana, yo también estoy un
poco asustada” le dice mientras la mira fija.
Clarita
abraza a su hermana, la besa y le dice: Yo estaré aquí todo el día, si alguien
te molesta me vienes a buscar, te voy a defender. Las tres ríen.
Clarita ha
entrado a la clase de la mano de su mamá que después de hablar con la Miss se
ha marchado. La Profesora le ha señalado a Clarita un asiento y le ha pedido
que se siente allí. Pronto la clase se ha llenado de niños y niñas, todos han
ocupado un lugar en el salón y en su mesa junto a ella tres niños y dos niñas.
A su derecha una niña de lentes y pelo rojo le ha sonreído y Clarita se ha
puesto tan feliz que le ha dado un abrazo. A su izquierda un niño de cara
redonda y grandes pestañas la ha mirado fijo y serio como asombrado, luego ha
ido donde la miss ha dicho algo señalándola con cara de molesto para luego
ponerse a llorar. La profesora le ha pedido a otro niño que cambie de lugar con
Felipe, el niño que llora, pero este niño no ha aceptado, entonces la profesora
le ha pedido a Cayetana que ocupe el lugar de Felipe mientras este seguía
llorando. Por fin Felipe se ha sentado en otra mesa y junto a Clarita se ha
sentado Cayetana que no ha mirado a Clarita ni una sola vez ni porque ella la ha
saludado.
Clarita le
ha preguntado a la pelirroja su nombre y se ha enterado que se llama Carola.
Carola
lleva unos lentes muy gruesos y unos cabellos muy rojos acomodados en la cabeza
con una vincha blanca con lunares azules. Clarita se ha quitado su vincha de
mariposas y se la ha dado a Carola, Carola se ha quitado su vincha de Lunares
azules y se la ha dado a Clarita, ambas están felices de haberse conocido y de
ser amigas.
El recreo
ha empezado. Todos los niños que han terminado su ejercicio de escritura pueden
salir a jugar. Carola sale corriendo con muchos niños detrás. En clase sólo se
han quedado Clarita y Felipe. Clarita apresura su mano y redondea la “a” pero
se distrae al oír que Felipe se ha puesto a llorar. Clarita baja la cabeza y se
tapa los oídos con ambas manos. Fija la vista en el patio de recreo y va a
Carola. Se destapa los oídos y redondea la vocal en su cuaderno. Quiere salir a
jugar.
Al terminar
se acerca a la profesora que está sentada junto a Felipe y le dice. Miss ya
acabé puedo ir a jugar. La Miss la felicita y le da el permiso para salir a lo
que Clarita responde agradecida con un fuerte abrazo. Dirige sus pasos a la
puerta pero antes de irse escucha nuevamente el llanto de Felipe.
Carola
juega en los columpios con tres niñas, al ver a Clarita, se baja del columpio
para hacerla subir y la empuja mientras ambas ríen. De pronto ambos columpios a
lado de ellas se quedan vacíos por lo que las dos niñas se columpian turnándose
a empujar.
Esa tarde
en la casa la mamá de Clarita le pregunta por su primer día de clases y Clarita
le dice que hay muchos niños buenos pero que solo una quiere jugar con ella. Es
una niña muy buena mamá, se llama Carola y tiene el cabello rojo. También hay
un niño que llora mucho y no hace las tareas, se llama Felipe. Mi profesora es
buena y cuenta cuentos.
Clarita es
acomodada al lado de su mamá en el sillón de la sala y después de recibir un
gran abrazo escucha que ella le explica. “Mi vida, esos niños no te conocen y
por eso no han querido jugar contigo pero ya verás que pronto tendrás más
amiguitas y amiguitos. Tienes que ser paciente y saber esperar.
Clarita
miró a su mamá y después de abrazarla muy fuerte le dijo. Es porque yo soy
diferente verdad mamá.
Sí, es
porque eres diferente a ellos, ellos no te conocen y por eso se alejan pero
como vayan conociéndote y vean lo buena que eres, generosa, alegre y divertida
querrán jugar contigo.
Y Carola
¿Por qué me quiere mamá?
Yo creo que
porque ella es muy lista.
Y porque
también es diferente mamá, ella usa unos lentes muy grandes y su pelo es muy
rojo. Es bonita y diferente.
Hija
también Felipe es diferente ¿Verdad?
Felipe
llora mucho, mamá. Me tapo los oídos porque no quiero oírlo.
Bueno
Clarita, él es diferente. Todos en tu clase son iguales porque son niños de la
misma edad pero son diferentes porque tienen diferentes rostros, diferentes
gustos, diferentes padres, diferentes modales.
Yo tengo
buenos modales mamá. Siempre saludo y uso la servilleta.
Cada día
que pases en el colegio aprenderás sobre las diferencias de cada uno de tus
compañeros y cada día los conocerás más. De igual manera ellos te conocerán a
ti, aprenderán que eres igual pero diferente y tendrás más amiguitos.
Pero de
todas esas personas que conozcas siempre seré yo la que más te quiera.
Yo también
te quiero mamá.
Un abrazo fuerte que bien se siente
Clara cuando abraza a su mamá.
Antes a los niños con síndrome de down los dejaban en sus
casas, o los mandaban a colegios especiales, además su promedio de vida era 25
años debido a enfermedades con las q nacían como por ejemplo del corazón. Ahora
esto ha cambiado y con justa razón. Los
niños Down deben ir a colegios de niños normales dependiendo de su grado
“Lo que parece que les falta lo compensan en su alma”.
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