miércoles, 28 de septiembre de 2011

Grande Libertad, Grande Fito


El sábado a media noche después de un día maravilloso celebrando la primera comunión de mi Gabo, me quedé en el silencio de mi cuarto esperando que llegara el sueño, con la silueta de NN a mi lado y el milagroso efecto de no cenar en abundancia que lo hacía dormir ligero y sin roncar (bien por mi)
Como no podía dormir prendí la tele,  un plasma de 42 pulgadas que decora mi cuarto contra los consejos de sabiondos, que la tele no debe estar en el cuarto, bah!
Después de un rápido “sapin” me encontré a Tania Libertad cantando esta canción y fue la cereza en la torta, el broche de oro para un gran día.
… Quién dice que todo está perdido,  yo vengo a ofrecer mi corazón.

Para ustedes con cariño. 




Yo vengo a ofrecer mi corazón

Quien dijo que todo esta perdido. Yo vengo a ofrecer mi corazón
Tanta sangre que se llevo el rio. Yo vengo a ofrecer mi corazón.

No será tan fácil,  ya se que pasa. No será tan simple como pensaba
Como abrir el pecho y sacar el alma. Una cuchillada del amor.

Luna de los pobres siempre abierta. Yo vengo a ofrecer mi corazón
Como un documento inalterable. Yo vengo a ofrecer mi corazón

Y uniré las puntas de un mismo lazo. Y me iré tranquilo, me iré despacio
Y te daré todo y me darás algo. Algo que me alivie un poco mas.

Cuando no haya nadie cerca o lejos. Yo vengo a ofrecer mi corazón
Cuando los satélites no alcancen. Yo vengo a ofrecer mi corazón.

Y hablo de países y de esperanza. Hablo por la vida, hablo por la nada
Hablo de cambiar esta, nuestra casa. De cambiarla por cambiarla no mas.

Quien dijo que todo esta perdido. Yo vengo a ofrecer mi corazón

lunes, 26 de septiembre de 2011

¿Tengo mala mano?

Les voy a explicar de qué va esta pregunta haber si me ayudan a contestarla.

En casa tenemos dos árboles, uno de papaya arequipeña que sembré yo y otro de manzana que sembró NN, los arbolitos ya tiene dos años con nosotros y están grandes y bonitos pero sólo la manzana ha dado fruto mientras la papaya na’ de na’ de aquí que NN se ufana de tener  buena mano para las plantas ¿deduzco entonces que si la papaya no da frutos tengo mala mano?

En principio no, mi papaya está más alta que la manzana y sus hojas grandes y bonitas por lo que es cuestión de tiempo para que de fruto y entonces recuerdo, para darle fuerza a mis argumentos, que mi amado Boby visita a diario a mi papaya y levanta la patita ¿No será las visitas periódicas y sin avisar de Boby lo que hacen que mi pobre y siempre húmeda papaya no de fruto?

Esos eran mis argumentos hasta hace casi un mes que visitaron el colegio de mis hijos los de la TERCERA CAMPAÑA DE FORESTACIÓN 2011. Yo ni sabía quienes eran pero les dieron un lavado de cerebro a mis pequeños acompañado de vales para canjear KITS DE FORESTACIÓN GRATIS.

Llegaron los pequeños a casa emocionados y dispuestos a convencernos para ir a recoger los KITS DE FORESTACIÓN GRATIS el día domingo en la mañana. Puf!!!  Después de escucharles durante tres día llegó el domingo y no teníamos alternativa así que fuimos por los fabulosos KITS.

Al llegar a la dirección nos dimos cuenta que era una editorial, nos hicieron pasar, nos enseñaron sus enciclopedias físico- virtuales, sus precios alucinantes y blablabla, casi convencen a NN al que le metí una mirada fulminante que lo dejó calladito. Cuando terminamos de luchar contra el vendedor persistente mis hijos reclamaron sus KITS cada uno con su vale en la mano, el vendedor les entregó lo siguiente:

1 macetita de 7 centímetros de alto y 6 de diámetro
1 bolsita de papel con 8 bolitas (semillas de molle serrano)
1 bolsita de papel con tierra (que me cabía en la mano)
1 instructivo para sembrar un árbol
1 título que los acreditaba como “Guardianes de la Tierra”
Hasta aquí todo bien porque a pesar de lo cargoso que fue el vendedor mis hijos estaban felices con sus KITS DE FORESTACIÓN GRATIS.

Ahora había que seguir las instrucciones para plantar el molle serrano, Ale y Gabo lo hicieron solos y yo ayudé a la Pequeña con el suyo… Aquí está el detalle, ha pasado casi un mes y la plantita de mi Ale ya tiene unos 6 centímetros, la de Gabo unos 4 (ambas nacieron el mismo día) y la macetita de Mi Pequeña está virgen aún,  na´de na´ y otra vez NN con su sabiduría popular “Eso es cuestión de tener o no tener buena mano para las plantas”.
El problema no es sólo ese, está mi Pequeña triste mirando su tierrita haber si sale algo.


 Macetita de Ale


 Macetita de Gabo


Macetita de Mi Pequeña

martes, 20 de septiembre de 2011

¡¡¡Feliz Cumpleaños!!!

Hoy es el cumpleaños número 11 de mi Ale nadas más y nada menos.

Me desperté temprano, desperté a NN y a Gabo para emular una tradición aprendida del blog de Moli y dirigí un caminito de dulces (chuches)  desde la puerta de su cuarto hasta el mío. No sabía bien como iba a resultar esto pero estaba entusiasmada y contagié a los hombres de mi vida de mi entusiasmo.

El caminito tuvo chocolates de maní y gomitas de ositos, sparkis y frugele que son los dulces favoritos de mi Ale. Gabo sacó su flauta mientra yo despertaba a la pequeña que se emocionó al ver los dulces por el suelo, le conté lo que estaba pasando y la ayudé a ponerse las pantuflas porque todavía estaba media dormida y aquí un paréntesis porque la verdad es que desde siempre la que primero se despierta en casa es Ale, ella nos despierta a todos, es que es muy responsable y le he inculcado hora fija para acostarse y levantarse pero aunque yo se lo haya enseñado voy a confesarles que es mérito suyo el hacerlo porque le he enseñado lo mismo a Gabo y si bien es cierto se mete a la cama a las 9 pues se pone a leer por lo que despertarlo siempre es un problema.

Hago este parentesis porque era evidente entonces que Ale ya estaba despierta 45 minutos y escondida detras de su libro habría tratado de adivinar que estabamos haciendo cuchilleando en la puerta de su cuarto y por qué no entrabamos. Es que es tradición en casa despertar al cumpleañero cantándole las mañanitas y desde hace dos años Gabo nos acompaña con su flauta.

Cierro paréntesis. Debíamos apurarnos porque hoy también es el paseo por el día de los estudiantes para lo que mi hija ya había preparado su ropa el día anterior y la tenía sobre su escritorio pero al ver sus obsequios la cambió.

Para que esto fuera posible cometí el acto ampliamente sacrificado de levantarme 15 minutos antes de lo habitual, el reloj corría y no teníamos mucho tiempo.

Gabo encabeza la fila con flauta en mano y sus dedos preparados para soltar las primeras notas, NN dirigiendo la fila yo tratando de que la Pequeña se concentre en lo que estábamos haciendo y deje de contar los dulces del suelo... uno, dos, tres.

Estas son las mañanitas que cantaba el Rey David
hoy por ser día de tu santo te las cantamos a ti.
Despierta mi bien despierta mira que ya amaneció
ya los pajarillos cantan la luna ya se metió...

Ale nos esperaba con una sonrisa pero mientras cantábamos miraba nuestras manos vacías, es que claro, el año pasado entramos a cantar con los obsequios. .

Terminamos de cantar y la Pequeña gritó ¡Ahora ven a ver todos tus dulces que están en el suelo! Ale no entendió pero se paró y se dejó llevar hasta el pasadizo mientras escuchaba la explicación que le daba Gabo. 

¡Sigue el caminito de dulces si quieres encontrar tus regalos! 

Y así lo hizo emocionada y sonriente recogiendo sus dulces a cada paso para al llegar a mi cuarto encontrar sus obsequios.  

Mi hija es mi adoración, verla tan grande me descoloca un poco (bastante) NN me mira haciendo puchero cuando la recordamos bebita o en el nido o cuando me dejaba peinarla y llevaba el colegio colitas. Siempre ha sido la más sensata de esta casa, mi hija mayor, mi Ale.  


Acabo de dejarlos en el colegio más emocionados que si fueran a Disney es que hoy hay paseo escolar y sus sonrisas estaban para foto.




miércoles, 14 de septiembre de 2011

La Bruja Del Cuento


“¡No, no y no!” Gritó enojada la bruja de este cuento. “¡No quiero trabajar más aquí, siempre en el mismo papel de mala y al final del cuento caer en la olla de sopa, ensuciarme el vestido y quemarme las sentaderas! No, no lo haré más”. Dijo con autoridad mientras se subía a su escoba y se disponía a volar.
“Espera, espera”, rogó el escritor de este cuento. “No te vayas que sin ti no hay cuento”.

“¡Eso debiste pensar antes de maltratarme tanto, dame alguna vez un éxito, permíteme alguna vez ser feliz. Sólo me has llamado para atormentarme!”.

“No brujita espera, no te vayas, este cuento no lo podemos cambiar, es un éxito pero si te quedas haremos otro en el que te divertirás”

“¿Otro cuento?” se preguntaba la bruja mientras caminaba de un lado a otro en su camerino de bruja con telarañas en los rincones, bebedizos desconocidos adornando las esquinas, tres gatos negros husmeando por allí, un gran libro negro abierto sobre  un pedestal y un ropero en el que sólo colgaban vestidos negros o grises. La bruja no había tenido nada que ver con aquella decoración que le parecía francamente espantosa, ni si quiera le gustaban los gatos. Un día por ejemplo, ella quiso traer unas flores para poner algo de vida en ese ambiente negro y húmedo pero las flores de colores al entrar en la habitación se marchitaron del susto y se convirtieron en tres bastones torcidos. En aquella ocasión la bruja amenazó con irse pero el escritor la convenció que se quedara. Pero la bruja ¿por qué se queda? ¿Es que ama a los niños y a los cuentos y por eso se queda?

“Otro cuento, otro cuento” Pensó la bruja todo el día y estuvo más dispuesta a representar su papel diario en la historia. Protagonizó la escena del jipiti zuas, jipiti trum mientras perseguía a los niños para convertirlos en ranas y al final sin ningún reproche cayó en la olla de sopa mojándose el vestido y quemándose las sentaderas. Ya de vuelta en su camerino siguió pensando en las promesas del escritor de este cuento. De esa forma vivió la bruja durante muchos días haciendo su trabajo, creyendo en promesas de mejoras laborales que nunca llegaban pero un día decidió actuar de manera diferente.
Entró en pie puntillas en la habitación del escritor cuando él dormía y se apoderó de su laptop. Se escabulló hasta la cocina y con un gran pedazo de torta y un vaso de leche se dispuso a trabajar en la nueva historia.
Al día siguiente todos los personajes estaban sorprendidos ante las nuevas instrucciones ya que el cuento ahora era así.


La brujita Antonieta mandó a sus gatos de vacaciones a Chincha, compró un vestido amarillo y tomó un helado en la plaza del pueblo… Luego persiguió a los niños jipiti zuas, jipiti trum para convertirlos en ranas y al final sin ningún reproche cayó en la olla de sopa FRÍA mojándose el vestido.


martes, 13 de septiembre de 2011

Gritos acompañados


El sábado lloré a gritos. No es una exageración,  ni una figura literaria, es lo que pasó.
Volvíamos de bailar,  era temprano aún, poco más de la una de la madrugada pero  ya volvíamos, me había tomado sólo un pisco sour de maracuyá por lo que no se le puede echar la culpa al alcohol.
Fuimos al local donde canta mi hermana cada sábado y como siempre disfruté mucho el verla, joven, linda, divertida, talentosa… Pero concluí por el aroma del cigarro en mi nariz y las ganas de morir en la pista de baile que algo no estaba bien en mi por eso no tomé más de una copa y traté de aferrar mi cordura a la necesidad de sonreír  bonito y acariciar las mejillas de NN mientras me miraba y me hablaba muy cerca para que pudiera oírlo. Con BlackBerry en mano me enseñaba autos que había bajado y que podrían, a decir de él, ser nuestra próxima  adquisición.
El sábado lloré a gritos y no fue la primera vez porque ya lo había hecho antes pero la primicia fue  que esta vez no estaba sola, NN estaba allí y fue algo tan extraño como nuevo. Es que en general soy muy reservada y soy lo que no soy entre persianas (eso si es figurativo ya que no tengo persianas en casa ja)
Bueno el motivo de mis lágrimas no es el asunto,  el asunto es que lloré con NN presente y lo dejé consolarme, a medias en realidad porque después del ataque de llanto a grito pelado, que obligó a NN a estacionar el auto, él me abrazó mientras mi cuerpo liberaba la tensión y cogía fuerza con grandes bocanadas de aire. Pero todo pasó, me callé, busqué en mi cartera papel para mi nariz y de paso para tapar mi cara algo avergonzada.
NN me abrazaba mientras buscaba en mi mente un comentario rápido para cambiar el tema y lo encontré. Él no preguntó si estaba bien, estaba asombrado eso es lógico, tenemos tanto de estar juntos y tantas partes negras u ocultas en el rompecabezas que nos hemos armado cada uno del otro. Nos amamos eso es cierto, vivimos juntos día a día y transmitimos ese amor a nuestros hijos.
En las figuritas del álbum que es la vida hay algunas que nos causan gran decepción, algunas que esperábamos con ansias y al llegar son mediocres y mal impresas formas de amor, algunas lindas y con grandes colores que al poco tiempo pierden forma, tono, consistencia y dejan pegado sobre el papel un “no se que”  que te avergüenza.
Algunas a las que por afecto, título de importancia y lugar dominante en tu álbum les das una y otra oportunidad y todas las veces terminas con la hoja vacía porque allí nunca habrá nada.
El sábado lloré a grito pelado en una esquina oscura, junto a una estación de gasolina, lloré como algunas veces ya  pero esta vez no estaba sola y a pesar que no me preguntó  (No nos hagamos tontos no preguntó porque sabe)  a pesar que no le dije.  Él agarró mis lágrimas y se las bebió, sujetó mi cuerpo y me dio consuelo, me miró a los ojos y leí en ellos que siempre será la figurita más importante en mi albúm,  la central, la que está allí porque me ama.  

jueves, 8 de septiembre de 2011

Perversa - ¿Qué dicen tus ojos?


Quiero confesar algo sobre mí y Jeff Goldblum.



Siempre le he seguido desde La Mosca que en su momento fue la peli más fuerte que yo había visto y me dejó con una extraña sensación de admiración y miedo entremezclados.

Desde entonces cada detalle de este actor me despierta a la perversidad.


Su sonrisa retorcida, esa forma especial de mover las manos con esos dedos largos, quizá su color de piel, quizás su cabello, quizás sus gestos irónicos, dulces como queriendo jugar siempre o su labio inferior y el como lo devuelve a su sitio al terminar de hablar. 

En su mirada perversa, pienso que guarda algo y siento ese escalofrío que sentí al ver la Mosca hace años luz.


En Jurassic Park me di cuenta que jamás sería un Indiana Jones pero a pesar de que no me gustó la película la volví a ver sólo por verle.


En el Día de la Independencia me encantó verlo representando el papel de nerd entregado a sus cavilaciones, con el lápiz sobre la oreja y esos lentes que le quedan tan bien.


Más aun cuando lo vi en Adam Resurrected me llenó de pavor no por las escenas terroríficas, que no las hay, sino por la temática de la mente humana y el deseo de encauzarla cuando se ve violentada hacia lo desconocido o lo impropio y el concepto de "loco" que perfectamente le cabría al personaje de Adam y las consecuencias de una vida retorcida.

La verdad es que los ojos de Jeff Goldblum siempre me llevan a lo erótico, por más sonrisa envuelta en dulzura que quiera representar, allí está ese misterio escabroso que me hace temblar, puede que sea sólo impresión mía.

En la última película que hizo con Jennifer Aniston, The Switch pues lo mismo, a pesar que actuaba de un buen jefe y buen amigo sus actos, sus pasos, sus manos y sus ojos me llevan a pensar en cama y no precisamente para dormir.

Antes de esa peli vi a Harrison Ford y Diane Keaton en la comedia Morning Glory y lo mismo Jeff Goldblum representaba un papel pequeño, con escenas de oficina pero al verlo sentí que había un mensaje oculto en todos sus actos algo que señalaba sutilmente un: "quitate la ropa". Incluso cuando está corriendo por Central Park y la protagonista lo alcanza para hablarle yo ya me lo imagino en algún acto  de caracter sexual y llegando a este punto me pregunto: ¿no seré yo que desde siempre le he tenido ganas?  No o sí pero no. Es él, es lo que quiere decir con los ojos, es algo perverso que me despierta cada vez que lo veo. 

lunes, 5 de septiembre de 2011

Mi juguete favorito


Este mes me gusta porque es el de mi hija mayor. Ale cumple 11 años el 20 de setiembre y me ha pedido una Monster High Cleopatra (La de la imagen)  El ver a mi hija con sus muñecas dentro de sus cajas a las que saca para cambiarles la ropa, jugar un rato con ellas sin permitirle a La Pequeña que les toque el cabello para luego regresarlas a sus cajas y colocarlas sobre su tocador me hace pensar lo distintas que somos ella y yo. Así recordé mi juguete favorito.

Eran un par de zancos que me encantaban,  tendría entonces 9 o 10 años y el travieso 8 o 7. Aprendí a manejar los zancos en un santiamén y me separaban del suelo unos 30 centímetros, el travieso lo intento pero nunca pudo con ellos, lo que lo puso triste pero a mi no, porque así no tenía que compartirlos.

Me lo pasaba genial yendo y viniendo con ellos, primero en casa, luego por la cuadra, a la tienda y así me aventuré cada vez más lejos hasta que decidí ir al colegio en ellos y fue una buena y mala idea a la vez. Buena porque era la dueña de las calles (ocho cuadras hasta la escuela) Sin problema alguna crucé las pistas y subí las veredas hasta llegar al colegio, allí me obligaron a bajar para la formación y demás pero me dejaron usarlos en el recreo así que yo feliz con las miradas de todos en mí. Nadie podía presumir tener ese juguete así que estaba lista para pasar el gorrito y seguro que en un segundo me hacía rica…
Endiosada como Kiko y su pelototota.


A la salida decidí ir a casa de mi tía para mostrarles a los de la Patota mi nuevo juguete y allí estuvo el problema, caminé hasta casa de mi tía (ocho cuadras) Almorcé allí y después de eso jugamos con los zancos, lentejita pudo subirse y manejarlos sin problema y compartiendo nos divertimos toda la tarde pero llegó la noche y decidí irme en bus porque caminar 16 cuadras no me apetecía. Dejé los zancos allí y me despedí. A la semana siguiente regresé y los zancos habían desaparecido, nunca más los volví a ver, papá no volvió a hacer otros pero el tiempo que estuve con ellos me divertí mucho.

¿Qué recuerdas de tu juguete favorito?

jueves, 1 de septiembre de 2011

Sepulturero

 ¿Qué es un sepulturero? 

Es el que prepara el cuerpo, lo viste y acomoda.
Es el que lo levanta en peso para dejarlo caer suavemente en el ataúd, allí acomoda nuevamente la ropa, posiciona las manos, maquilla un poco el rostro, disimula lo que se tenga que disimular, centra la cabeza sobre los hombros, rocía, tal vez, algún aroma.

Luego de los ritos fúnebres se cierra la caja. 

El sepulturero baja con cuidado el ataúd al pozo previamente escarbado, descansa allí la caja entre llantos varios (siempre es igual)

Después de la lluvia de rosas sobre la caja, rosas y lágrimas, El sepulturero llena el agujero eterno con tierra húmeda hasta cubrirlo todo, hasta llegar al ras del piso. 

El sepulturero no te mata únicamente te entierra y allí te quedarás para siempre. 

¿Cuántas muertes tiene una vida?

A lo largo de la vida nos planchamos los trajes que vestimos al igual que las sonrisas, las costumbres, los prejuicios y la fe.

Maquillamos nuestros rostros con caras varias de situaciones tantas como expresiones hay. Disimulando lo que haya que disimular. 

Centramos nuestra cabeza sobre nuestros hombros y nos bañamos de algún aroma político, religiosos, moral o todo lo contrario o todo junto.

Cerramos nuestra caja. 

La consecuencia de todo lo anterior es el pozo previamente escarbado (hay tierra en nuestras manos) descansa allí nuestra vida toda (siempre es igual)

Las rosas son nuestro propio aliento, nuestras ganas de volver a empezar, las lagrimas la culpa por el error cometido y la experiencia que queda (a veces no queda nada) 

Llenamos el agujero entonces con tierra nueva hasta el ras del piso. Somos nuestros sepultureros; decidimos el traje, el maquillaje, la postura de nuestras manos, el aroma, las rosas, las lágrimas, la tierra que va por encima y después seguimos viviendo para la próxima vez. Todo otra vez.

Hasta el día que el sepulturero sea otro.

Tú no te entierras sólo te matas y allí te quedas para siempre.